Guerra a las tendencias (II)

Antes de que viera la luz de la moda sostenible, tenía siempre una extraña sensación de malestar que se repetía toooodos los días. No importaban los biorritmos, el estado de mi cuenta bancaria ni la conjunción de los astros. Esa maldita sensación me acompañaba siempre, como la pegatina de los kiwis que se te adhiere a la manga del abrigo cuando sales del súper y no te das cuenta de su lamentable presencia hasta que lo llevas a la tintorería. Era sólo una sensación pero no quería pensar en ella, era incómoda, no me había molestado en verbalizarla porque muy en el fondo sabía que si lo hacía, tendría que romper con todo y pasar al siguiente nivel. Y así fue, pasó tal cual. Esta sensación flotaba en el aire pero era densa y estupendamente molesta porque me hizo tocar fondo.

El día que rompí para siempre con la fast fashion conseguí describír esta sensación así:

  • Mediocridad: siempre he defendido la esencia y el estilo personal y terminé vistiendo igual que todo el mundo. ¡Qué tremendo! Me sentía mediocre
  • Pérdida de inspiración: Me aburría todo, todo y todo lo que veía en los escaparates de las marcas de la fast fashion.
  • Vacío: la moda es un medio de expresión pero yo ya no tenía nada que transmitir. Perdí el mensaje, me perdí yo y no conseguía encontrarme. Mi cuenta de instagram ya no tenía sentido. Quería cerrarla, abofetearme, coger el primer avión a ninguna parte y desaparecer por siempre para poder dejar de sentirme un excremento.
  • Culpabilidad y remordimientos por fomentar con mis fotos en RRSS el consumo de grandes marcas que no respetan ni al planeta ni a las personas

Y sé que ya lo he contado pero el destino quiso que ese mismo día apareciera ella, Mispapelicos, anunciando su nuevo canal de Youtube con ese estilo personal incontaminable. Ahí estaba, tan cegadora, tan brillante y tan punk, envuelta en un layering de ropa de segunda mano mientras yo suspiraba, completamente anodina y desubicada, con una bolsa de Zara en la mano. Quería morirme y vampirizar su aura con un gotero intravenoso de envidia muy cerda. Ese fue el momento exacto en el que la cabeza me hizo «click».

Hace unas semanas escribí sobre cómo la industria de la moda, a través de las tendencias, nos hacía consumir de manera compulsiva e irracional. El estilo propio es la vacuna para inmunizarnos frente a ellas y el mensaje final es que consumir tendencias no contribuye para nada a construir un estilo personal, todo lo contrario, difumina y disfraza nuestra esencia. Seguir las tendencias nos uniforma y nos nos ayuda a ser diferentes. Quedó pendiente una segunda parte para descubrir las claves de cómo construir tu estilo personal, vamos con ello

1- 10 Tips para construir tu estilo personal

Cuando conocemos nuestro estilo personal y por lo tanto definimos qué nos gusta y qué es útil para nosotros, nos convertimos en compradores eficientes porque maximizaremos la inversión en prendas y de esta manera también conseguimos que nuestro armario sea sostenible y combine todo entre sí. Hace unos días @claudiagreen.natural me invitó a su live en Instagram para hablar de moda sostenible. Acabamos hablando de estilo personal y me pidió que le diera unos tips de cómo construirlo así que ahora, esa info me viene al pelo. Lo resumo aquí abajo porque creo que tenemos que planteárnoslo como un ejercicio obligatorio y muy útil: alcanzar el estilo propio puede considerarse una herramienta personal de autoexpresión que nos va a permitir transmitir, reflejar y comprender quiénes somos, física y emocionalmente.

Primera Anaalpuente Ponchito
  1. Busca inspiración: la inspiración nace cuando sentimos un flash emocional que acciona la apertura de nuestra mente y deja salir eso que está escondido y que llevamos dentro. Para alcanzar la inspiración tenemos que ser conscientes de que nuestro cerebro es una realidad plástica y sensible que necesita condiciones favorables para ofrecer resultados óptimos. La inspiración podemos encontrarla de pronto en internet, en el teatro, en el lineal del supermercado, en una vajilla, en la cuenta de tu instagramer favorita, en el metro, en revistas, en Pinterest, en una peli, en el streetstyle de tu ciudad, en una canción, en los colores de un graffiti, en la etiqueta de los garbanzos, en la fachada de un edificio… Busca referentes visuales. La inspiración está en todas partes, sólo tienes que abrir los ojos e invocarla.
  2. Resalta tus atributos: Descubre qué tipo de prendas y colores te favorecen para destacar las características de tu cuerpo más notables. Investiga la morfología de tu cuerpo para aprender a vestirte con las prendas que te sienten bien según tu tipología corporal (triángulo o pera, reloj de arena, triángulo invertido, rectangular o columna, oval o manzana). Descubre qué colores y estilismos son los que nos favorecen a través del estudio de colorimetría (Mujer invierno / mujer verano para pieles frías, mujer primavera / mujer otoño para las pieles cálidas). Identifica las prendas/outfits que no te quedan bien para desterrarlos de tu vida pero olvídate de los defectos o puntos débiles de tu cuerpo que te hacen sentir insegura, los eclipsarás destacando tus atributos.
  3. Identifica a tus musas: El punto de partida para encontrar tu estilo personal está en este ejercicio práctico: localiza todos los iconos de estilo que han sido y son tu inspiración. Cuantos más mejor. Apúntalos y defínelos con las cualidades y características que más te gusten de ellas. Pueden ser personas reales del presente o del pasado o personajes de ficción, no importa, serán tus referentes de estilo, tus musas, emúlalas y sé creativa, busca recursos para apoderarte sus esencias (tiendas vintage, upcycling, customizar prendas).
  4. Crea tu propio moodboard o tablero de inspiración: El moodboard es una herramienta creativa que permite la visualización rápida de imágenes y palabras en un único marco soporte, físico o digital. Es un brainstorming de imágenes, una lluvia de ideas que prepara y abre la mente a la hora de iniciar el proceso creativo de un proyecto. El más tradicional sería el moodboard físico, el típico corcho con chinchetas de colores enmarcado y colgado de la pared aunque también puede ser digital o virtual (Pinterest). Recorta, pega, escribe, recopila todas las propuestas estéticas que representen pistas de eso que llevas dentro pero todavía no sabes cómo definirlo: palabras clave, texturas, colores, composiciones, volúmenes, outfits…
  5. Defínete con tres palabras. Otro ejercicio esencial que va a ayudar a describir tu estilo personal es definirlo en tres palabras con el fin de que siempre las tengas presente y puedas recurrir a ellas cada vez que te sientas bloqueada. El acto de definir implica poner límites a un concepto para conocer su naturaleza y significado y que no se confunda con otros. Es importante pensar en términos generales que hablen de la esencia de tu estilo para no encasillarte en una tendencia particular. Elige para ello adjetivos que describan las características con las que te idenfiques. Algunos ejemplos: femenino, riguroso, deportivo, minimalista, creativo, clásico, innovador, futurista, barroco, atrevido, experimental, romántico…
  6. Crea tu propio uniforme: Crea un outfit con el que te sientas cómoda y puedas ir con él al supermercado, a tomar unas cañas y a una reunión de trabajo. Tu outfit tiene que expresar quién eres y qué quieres conseguir. Éste será tu «uniforme» básico al que recurrirás cuando no sepas qué ponerte o en las ocasiones en las que quieras destacar por tu personalidad y decir «aquí estoy yo». El uniforme puede ser, por ejemplo, combinar blazer con vaqueros y stilettos, llevar unas Adidas Stan Smith con pantalones anchos o vestir de un determinado color siempre. Tienen que identificarte con el uniforme por lo que deberás hacerlo tuyo y llevarlo hasta la saciedad para que se convierta en icónico. Todas las mentes creativas tienen un uniforme, busca el tuyo.
  7. Confía en tu instinto: La razón no siempre es más certera que la intuición. La intuición la desarrollan las personas que aprenden de todo lo que viven y ven a su alrededor y es por eso que a la hora de tomar decisiones nunca debemos menospreciar a nuestro instinto pues posee una información bastante acertada. Aplicando esto a nuestra manera de vestir o combinar prendas quiere decir que tenemos que escuchar la primera corazonada y dejarnos llevar por las sensaciones y emociones positivas que nos transmita la ropa, por esa percepción inmediata en la que no interviene la razón. Aléjate del ruido (tendencias, opiniones, publicidad, miedo al qué dirán) y escucha a tu instinto
  8. Indaga y bucea en la moda de segunda mano o pre-loved y la ropa vintage: Adquirir prendas únicas de otras épocas te ayudará a diferenciarte y encontrar las claves para crear tu estilo.
  9. Atrévete: Disfruta, no le des tantas vueltas y no te tomes la vida demasiado en serio. Elige y vístete con las prendas y outfits que te diviertan y que te hagan sentir bien. Explora, experimenta, conócete y desarrolla tu propio estilo. No te tiene que importar lo que la gente pueda pensar o hablar de ti, van a criticarte igual. ¿Qué más da?
  10. Ponte una túnica, una maceta en la cabeza, unos shorts rosas y verdes o un abanico del s. XIX. Ponte lo que tú quieras pero siempre SÉ TÚ.
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2- El estilo personal y la moda circular. Ropa pre-loved y vintage

El estilo personal es una forma de traducir la moda, transmitiendo mensajes que se esconden dentro de nuestra personalidad para seguir nuestras propias reglas. La moda circular es la única opción viable frente al actual sistema de producción de ropa (moda lineal) para hacer de este planeta un lugar sostenible y habitable a largo plazo. la moda circular engloba conceptos que van desde el reciclado, pasando a la reutilización hasta la reparación de prendas y accesorios para que puedan disfrutar de una nueva vida. El consumo es un círculo, no hay principio ni fin sino una especie de «reencarnación» para que otro usuario pueda disfrutar de las cosas. Estamos ante una propuesta de consumo que promueve la larga vida de las prendas porque éstas circulan recicladas entre diferentes usuarios que se benefician de su uso.

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La ropa pre-loved y la vintage conforman los pilares de la moda circular. La ropa vintage la constituyen las prendas y accesorios que tienen más de 20 años. la ropa pre-loved no tiene que tener esta edad pero sí necesita ser piezas amadas previamente por un propietario que las deja ir para extender la vida de la prenda y que otros consumidores las disfruten. El concepto preloved hace referencia a la ropa o accesorios de segunda mano y de calidad que se encuentran en perfectas condiciones y que se pone a la venta con un precio muy competitivo.

La moda circular favorece la creación de un estilo personal porque las prendas y accesorios son únicos y esto significa que te ayudan a crear tu propio estilo, a singularizarte de los demás consumidores que compran en las grandes multinacionales de moda rápida y van vestidos igual como si estuvieran producidos en serie. Es la nueva búsqueda de un estilo propio, que se aleja de la homologación y de la fiebre de las tendencias y apuesta por las joyas atemporales que definen tu personalidad. La moda circular permite que seamos creativos y únicos a la hora de transmitir nuestro mensaje. Gianni Versace dijo «No dejes que la moda te domine, tú decides quién eres y qué quieres expresar». La ropa vintage y de segunda mano ayuda a promover la creación de tu estilo propio y diversificador.

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La misión es lograr un fondo de armario más sostenible al mismo tiempo que consigues un look propio, innovador y comprometido con el entorno. La ropa vintage y de segunda mano tiene una magia especial. Ha llegado la hora de combinar prendas diferentes de una manera diferente y reinventar nuestros armarios de forma circular. Es fácil, lo prometo. Sólo déjate llevar por tu instinto y olvídate de las tendencias y de la ropa producida por la fast fashion. La ropa vintage y pre-loved siempre dará un toque único y personal a su look

3 – Marca personal VS estilo personal

La marca personal o personal branding es considerarse a uno mismo como una empresa o sociedad para autogestionar nuestra marca con el objetivo de diferenciarnos y conseguir incrementar nuestro éxito profesional. Trabajar en tu marca personal significa que debes identificar y desarrollar tu valor diferencial o propuesta única de valor y transmitirlo por medio de la comunicación visual y verbal en todos los ambitos. Objetivo: destacar profesionalmente e identificarte con algo valioso, fiable y deseable para influir en tu entorno. Dicho de otra otra manera, la marca personal es gestionar de manera correcta y consciente la percepción de nosotros que queremos que tengan las personas que nos rodean, por tanto, la marca personal es la huella que dejamos en la mente de los demás. En redes sociales crear tu marca personal es también muy importante para conectar con tu comunidad y crear bases sólidas de confianza.

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Vale pero… ¿es lo mismo marca personal y estilo personal?

No, no es lo mismo y no debemos confundirlos.

La marca personal abarca más muchos más aspectos que el estilo personal, desde el nombre, la comunicación verbal y no verbal, la experiencia, las relaciones y la personalidad hasta la imagen proyectada con la apariencia física y el estilo de vestir. El objetivo de la marca personal siempre es lograr el éxito profesional mientras que el estilo personal se focaliza en la imagen estética y en lo que llevamos puesto (accesorios y prendas) así como la manera de combinarlos.

Con la marca personal identificamos nuestra propuesta única de valor con el fin de transmitirlo y aportarlo a nivel aportar como profesional. El objetivo es conectar tus objetivos laborales con tu autenticidad. El cómo hacerlo y comunicarlo es la clave para marcar la diferencia.

Si la marca personal es considerarnos a nosotros mismos como nuestra propia empresa, debemos tener (como toda empresa) una imagen e identidad visual y verbal que refuerce el mensaje y valores que hemos elegido transmitir. El estilo personal se limitaría a la forma de envolver nuestro cuerpo por lo tanto, puede y debe formar parte de la marca personal si así lo decidimos. El estilo personal es una expresión visual de nuestra personalidad lo que lleva a afirmar que la marca personal y el estilo personal siempre deben estar alineados.

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Outfit fotos:

Vestido de flores y poncho de tartán de los 70 de El Rincón de Tía Jo moda vintage