Voy de osada pero el mix and match viene aplicándose desde hace ya varias décadas.

Hace cuatro días, me sentí ingeniosa y creativa y mientras fantaseaba con convertirme en la musa inspiradora de Vivienne Westwood, escribía en Instagram: «Cuadros, rayas y pata de gallo en el mismo outfit. Y sandalias blancas con calcetines de rombos. No preguntes, supéralo.»

Pero siendo sincera, tampoco tiene gran mérito mi heterodoxa combinación de prendas. El elemento unificador es el color y a partir de ahí, todo es posible si te atreves. El color es al mix and match lo que la bechamel a las croquetas o la demagogia a la política: un recurso fácil e imprescindible.

Y ya sabes, a mi la palabra «atrever» me pone que no veas. Dije eso de «sujétame el cubata» y he aquí el resultado.

Mi vida es aburrida y además las cosas me aburren enseguida. Las personas también. Con la ropa me pasa lo mismo. Cuando me aburro, como chocolate sin control, me hiperactivo y entro en histeria diabética. Y no sé por qué estaba contando esto, el tema es que ayer escribí dos párrafos hablando del aburrimiento y del mix and match pero se me colgó el ordenador, acabo de abrir el documento y no tengo nada así que parece ser que no guardé. Lo peor es que no consigo acordarme qué narices escribí.

Bien, pues visto el éxito, estoy buscando ahora mismo en internet los posibles beneficios del mix and match para persuadirte y que lo empieces a poner en práctica. No he conseguido encontrar nada pero sí he llegado a cuatro prácticas conclusiones.

El mix and match:

1- No va a evitar tu decadencia física con el paso de los años pero sí distraerá la atención de tu cara y las arrugas y la flacidez pasarán desapercibidas porque todas las miradas se posarán en tu excéntrico outfit.

2- No te va a ayudar a superar una ruptura de pareja, beberás, llorarás y escucharás compulsivamente cadena Dial para sentirte un despojo mientras engulles carbohidratos sin medida. No, no podrás parar de stalkear a tu ex. Sí, conseguirás darte más asco cada día. ¿Ventajas? El mix and match hará pensar a todo el mundo que lo has superado.

3- No va a frenar las pérdidas de orina en tu senectud. Si no hiciste los ejercicios de Kegel cuando debías, ajo y agua, toca mojarte con cada estornudo. El mix and match no fortalecerá nunca tu suelo pélvico disfuncional pero los estampados te ayudarán a camuflar la repugnante mancha de orina y podrás ahorrar dinericos en Tena lady.

4- No conseguirá que tus gafas dejen de empañarse con la puta mascarilla pero parecerás una loca del coño igual.

Jersey, camisa y falda: H&M

Calcetines: Decathlon

Zapatos: Zara

Cinturón: Mango

Mix and match

No es nuevo. Lo hizo Rachel Green en Friends (1994 – 2004). Lo hizo Carrie Bradhsaw en Sexo en Nueva York (1998 – 2004). Lo hago yo cuando me sale. El mix and match es un arte y consiste en mezclar con estilo estampados diferentes y conseguir que hagan juego. Combinar prints contrastantes, opuestos o demasiado excéntricos en tu outfit no es fácil pero los resultados son espectaculares. ¿Por dónde empezamos? Inteligencia, estilo y muchas ganas de experimentar. Si estás aburrid@, da rienda suelta a tu imaginación y atrévete a unir todo tipo de motivos en un mismo look, parecerá que estrenas ropa cada día.

Mezclar lunares con flores o cuadros con animal print y llevarlo con elegancia, requiere imaginación y un muchito de buen gusto. El color es la clave pero además necesitarás buenas dosis de atrevimiento y diversión para saltarte las normas. Yo sigo 10 reglas básicas para mezclar con exito y no fallan:

1- El color: lo más fácil es elegir estampados de diferente familia (rayas y flores) del mismo color. Mantener la gama cromática en las distintas prendas resulta absolutamente infalible

2- Temático o por familias: mezclar diferentes tipos de cuadros, o diferentes tipos de estampado geométrico, o flores, o rayas… elige tu familia y apuesta por ella

3- El tamaño del estampado: mezclar prints diferentes de diferente tamaño: print grande + print pequeño, acertarás seguro

4- Escalar: mismo estampado, diferente escala (mismo estampado de flores: flores grandes y flores pequeñas

5- Logomanía: las prendas con estampados del logo de la marca maridan perfectamente con muchos tipos de estampados. Mezcla y sigue tu instinto

6- Texturas: Funcionan como los prints. Experimenta combinando lentejuelas con lana o pelo con metal

7- Tendencia: el fenómeno patchwork. los diseñadores lo tienen claro y apuestan por combinar colores, texturas y estampados distintos en una única prenda.

8- Color block: si te sientes audaz atrévete a unir de dos estampados diferentes que contienen colores complementarios

9- Camisetas metaleras: las camisetas negras rockeras y sus inspiradoras y coloridas ilustraciones combinan perfectamente con animal print o motivos geométricos

10- Truco: animal print + tartán = fórmula mágica infalible que se ha convertido en favorita de influencers y estilistas. Barra libre, disfrútalo

Si me sigo aburriendo, prometo extrapolar el mix and match a la vida, a la cocina, a las conversaciones, a las relaciones, al trabajo, a los transportes, al sexo, a los viajes… ¿Te imaginas? todo un reto. Eso sí, debemos tener mucho cuidado pues de pronto podrías encontrarte compartiendo una cena romántica con tu amante y tu suegra o maridando Baileys con sepia en lecho de chocolate blanco y almendras.

Hablemos de tendencias

Primero están esas palabras. No es broma, me sangran los oídos cada vez que las escucho en los medios de comunicación. Combinaciones machaconas, duos y tríos de palabras cursis y manidas, siempre las mismas:

• blanca navidad
• fechas señaladas/entrañables
• días de paz
• nuestros mejores deseos
• tiempo de compartir
• la magia de la navidad
• seres queridos bla bla bla…

Clichés repetidos hasta la saciedad por periodistas, políticos y publicistas que contribuyen a la difusión de tópicos y me hacen sentir vergüenza ajena sin parar, sin parar, sin parar… Desde aquí te suplico, oh Diccionario de dudas y dificultades de la lengua Manuel Seco ¿puedes aconsejar su extinción?

Luego están las redes sociales, repletas de imágenes de árboles de navidad horteras a morir, de lentejuelas y humanos absurdos con gorritos de Papa Noel y sonrisas bobaliconas salpicadas de residuos de mazapán Hacendado, de parejitas queriéndose mucho con jerséis navideños y ese repugnante halo de felicidad y buenrrollismo artificial que nos obliga a ser encantadores con los demás cuando solo nos apetece cagarnos en sus muertos. Y parece que sólo tú mueres de alergia a tanto love porque eres antisocial y no estás bien mientras el resto del mundo vive aletargado en un retraso mental con sobredosis diabética de falso amor y banda sonora de villancicos. Piensas que, sin duda, esas fotos son la prueba irrefutable de una sociedad asquerosamente enferma. Crees que tanto cuquismo te ha enfermado a ti también y deberías ir al psiquiatra a contárselo

Y luego estoy yo y mi fobia enorme a la Navidad más una o varias neurodivergencias congénitas que me obligan a huir de lo establecido para dejar de sentirme mediocre y hacer el imbécil en un alarde de originalidad. Aquí entra en juegoel nuevo reportaje de fotos de fiesta: tenía que ser de todo menos convencional.

Vestida de tul entre pinos y sintiéndome muy creativa aunque también un poco como evadida de Ashecliffe en Shutter Island. Surrealismo amazing en el bosque correteando como un ser muy mágico aunque esto último se convirtió en utopía al primer disparo.

Pero lo importante es que estaba ante un reto tremendo: tenía que conseguir que las fotos fueran más surrealistas que la propia vida real, más todavía que estas navidades absurdas. La realidad superó a la ficción, lo conseguí. He aquí otro shooting sin sentido

Queda una semana para que se acabe el año y sigo sintiéndome especialmente ridícula en Navidad. Tampoco he superado mi fobia a la gente con paraguas, ni puedo dejar de estar hasta el coño. En realidad pocas cosas han cambiado, sigo siendo un ser insoportable, sigo enamorada de las Dr. Martens y poniendo cara de ver a la virgen cuando me hacen fotos, sigo adorando el Modernismo de l’eixample y los cruasanes de praliné de La Duquesita y tengo que decir que cada día quiero más a los perros y menos a los humanos. El 2020 vino rarito y me trajo el entrenamiento en casa, estrenarme en twitter, más fobia social, el boho chic, sucumbir al ermitañismo extremo, crear una marca de camisetas raras para gente rara, la desaparición de mis gafas de sol blancas y descubrir el yoga.

Y una vez más, no sé por qué estoy escribiendo esto. Yo había pensado hacer un avance de lo que está por venir en moda, (colores pastel, estética disco, sujetadores de punto y hot pants) también quería hablar de los cuellos bobo, los pantalones palazzo y los chalecos porque han sido tendencia este invierno y volverán a repetirse el que viene. Y me hacía especial ilusión hacerme la lista y contarte lo que está totalmente out esta temporada y debes desterrar para siempre si quieres seguir la dictadura de la moda. Pero para eso ya tenéis a todos los cientos de blogs normales de moda (no sé si te has percatado pero digo esto para que se sobreentienda que este blog no es normal y creo que me empeño en que tampoco sea de moda. Ahora mismo también dudo de si es un blog) y además no me apetece. Así que dejo constancia de la repulsión que me produce la celebración de la natividad, la epifanía y el atrezzo espeluznante de luces y brillos. Porque sí y porque me da la gana

– Vestido morado de tul: Pimkie

– Cinturón: Bershka

– Blazer naranja: Bershka

– Botas rosas: Dr. Martens

– Cartera amarilla: Machine by Bassico