Cuando no quieres escribir…

Cuando no quieres escribir porque sabes que si empiezas acabarás contando los dramitas que no debes porque tienes diarrea mental y eres muy consciente de ello. Ese podría ser el título de este post. Y además quedaría limpia, justificaría todo este tiempo sin publicar aquí y redimiría mi actitud negligente en el acto.

Pero voy a decir que no he tenido ni un segundo porque la nueva marca de camisetas me ha absorbido todo el tiempo: buscar proveedores, hacer los diseños, elegir el corte, el gramaje, la composición del tejido, diseñar el logotipo de la marca, la web y la tienda on line, pruebas, bla, bla bla, más pruebas… Sí, ya sé que ha pasado un mes desde que anuncié que la cosa ya casi estaba pero de verdad que esta siendo muy trabajoso y lento y supone un esfuerzo grandísimo para una (de)mente dicotómica y perfeccionista: hoy adoro un diseño y mañana lo detesto y así todo el rato y no necesariamente por este orden pero sí con todos y cada uno de los doce modelos de camisetas que estoy creando. Y créeme, no hay dios que lo aguante.

Eres un ser especial y mi misión es salvarte de la mediocridad con mis camisetas molonas. Reconócelo, tu armario tiene síndrome de Diógenes y se encuentra saturado de camisetas cutres de la tipología NPS (diseños mediocres que te parecieron muy graciosos en su día y ahora los lleva todo el mundo, apestan y No los Puedes Soportar) y de la tipología CRT y PJL (Caja Rural de Teruel y Pollería Jose Luis). También sabes que esta situación no debe dilatarse más en el tiempo porque podría afectar de manera irreversible a tu autoestima y a tu estabilidad mental. Por favor, comprende que supone para mi una tremenda responsabilidad ofrecerte una alternativa que te haga brillar siempre, para que se chinchen los malos… sigo trabajando duro en ello.

Y ya no puedo decir más, cambio de tercio.

Este último mes han pasado cosas extraordinariamente excitantes en mi vida que he contado en redes sociales y creo que debo resumir aquí y ahora:

1- Mi condición de autónoma me hizo ser consciente del Superpoder, con mayúscula: las cosas ya no podían ir peor pero daba igual

2- Me transformé en un chachorro de los 90’s atrapao en la droja

Chachorro 1

3- En una crisis de gilipollez emocional vino a mi cabeza la segunda persona del singular del pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo de un verbo transitivo en extinción de la segunda conjugación:

4- Sara Connor me cantó al oído Let it be

Ana Y Connorok

5- Diseñé una App que permite soportar conversaciones absurdas con sarta de obviedades post confinamiento. Específicamente recomendada para ahorrar energía vital en reencuentros con gente que te importa una mierda

6- Celebré el día del orgullo cantando con Kika Lorace

7- Celebré mi neurodivergencia cantando un cover borderline de Like a Virgin

8- Sucedió algo horrible cuando posaba para hacerme una foto sintiéndome intensita. Obsérvala atentamente si quieres ver un detalle que te helará la sangre. No creerás lo que descubrí al editarla:

Anasillonok
Anasillonokmano
Ana Sillonnosferatu

9- Salté descalza y muchas veces sólo porque soy instamema

Anaokpelos

10- Luego decidí hacerme un reportaje de fotos fingiendo que era normal

11- Un día me levanté y tuve que irme a la peluquería porque ya no soportaba mi pelo

12- Otro día salió como una mierda la foto que quería publicar así que para apañarlo, subí este vídeo que era todavía más lamentable

Y después de vivir estas experiencias trascendentes, todo resulta más complicado aún