Fast fashion is dead

Ya está hecho y ya no hay vuelta atrás: fast fashion is dead. La fast fashion o moda rápida ha muerto, al menos para mi y me gustaría que así fuera para vosotros también. Es cuestión de tiempo, está sentenciada y va a caer por su propio peso porque, permitidme un juego de palabras obvio y facilón, la fast fashion no es sostenible.

Me he dado cuenta de que la industria de la moda no tiene nada que ver conmigo ni con mis valores, no quiero formar parte de eso. Tampoco entiendo como he podido ser parte de ello hasta ahora. Cuando empecé a escarbar y a investigar en el tema de la moda ecológica y la moda ética, cuantifiqué el desastre: se fabrican 80.000 millones de prendas al año en fábricas súper contaminantes, con materia prima sintética, con explotación laboral e infantil, con vertidos tóxicos bestiales, con brutalidades a nivel de procesos, a nivel de derechos humanos en toda la cadena de producción. Tomé conciencia y decidí que no puedo seguir fomentando este modelo de consumo. Por eso todo tiene que cambiar mucho, tanto en el blog como en mis redes sociales, para que pueda seguir siendo igual. A partir de ahora sólo voy a consumir moda sostenible y por lo tanto las fotos que publicaré serán siempre de outfits de prendas sostenibles.

Ropa de segunda mano

La ropa más sostenible es la que ya está fabricada y os aseguro que ya hay ropa suficiente para vestir a todos los habitantes humanos, moñecos y ciborgs de la tierra durante décadas. Opciones para ser sostenible: tirar de armario, pedir ropa prestada para ocasiones especiales, intercambio, alquiler de prendas o comprar ropa de segunda mano ¿Última opción? comprar ropa nueva, pero si se elige esta alternativa debemos asegurarnos de que las nuevas prendas sean sostenibles, orgánicas, éticas bla bla bla. Mi elección, sin duda, rebuscar en las tiendas vintage y de segunda mano y maridar prendas de épocas, texturas, estilos y estampados dispares.

¿Ejemplo gráfico? lo tengo, es este:

Tia Jo Perfil
Gafas Y Panielp
Espaldas Tia Jo
Empezando Vuelo
Zapatos Y Bolso
Andando Espaldas
Panuelo Tia Jo
Tia Jo Andando
Andando Borrosa
Al Vuelo Tia Jo

Retro outfit de El Rincón de Tía Jo Ropa vintage: Polo y falda de tablas años 80, pañuelo años 70 y gafas de sol años 90

Zapatos, calcetines y limosnera de mi armario

Moda sostenible

Creo que siempre he sido consciente de la problemática de la industria de la moda, de lo contaminante y lo deshumanizadora que es pero lo veía como un tema que no iba conmigo porque estaba convencida de que tampoco tenía solución. Bueno, ahí estaba, yo nunca iba a poder hacer nada por resolver el problema de la contaminación, no me quitaba el sueño y miraba para otro lado. Era algo lejano a mi mundo porque lo ubicaba muy lejos en el tiempo y en el espacio. Lejano en el tiempo porque la contaminación del planeta todavía permitía la vida en él y estaba segura de que quedaban todavía muchos años hasta que la raza humana se extinguiera por su propia estupidez. Lejano en el espacio porque todas esas fábricas textiles de prendas no sostenibles, vertían residuos tóxicos y CO2 a muchos kilómetros de España. Además ¿qué podía hacer yo para solucionarlo? me sentía como una hormiga luchando contra un ejército de elefantes enormes, era inviable. Me consolaba pensando que ni la sostenibilidad estaba en mi mano ni salvar el planeta era una tarea en la que yo pudiera intervenir. Durante muchos años he vivido ignorando que somos los consumidores los que tenemos la llave del cambio: somos tan responsables como las marcas que fabrican las prendas o los gobiernos que permiten este modelo de consumo. Los consumidores tenemos el poder porque decidimos lo que queremos consumir y lo que no.

Ropa sostenible, ropa creativa

El detonante del cambio fue descubrir el nuevo canal de YouTube de Mispapelicos. Seguro que muchos la conocéis: Mispapelicos, Sacramento, tiene una cuenta de instagram con 220K y es la reina del mix and match, una genia que combina la ropa vintage, de segunda mano y de mercadillos con tanto arte que cada outfit que inventa tendría que estar en un museo. Sacramento odia las tendencias, ella crea, hace magia, se comunica a través de la ropa de su armario. Y me abrió los ojos: no es necesario comprar en multinacionales, ya basta de someternos a los uniformes que nos impone la industria de la moda ¡Seamos diferentes!. Siempre me ha gustado comprar ropa de segunda mano pero de pronto lo vi como una necesidad, quería ser como ella. Vestir diferente, crear combinaciones alucinantes con prendas de segunda mano, ser más creativa, escuchar lo que nos dice cada prenda, crear nuevos outfits con viejas prendas, descubrir combinaciones secretas en mi armario, gastar menos dinero, dar otra oportunidad a la ropa, romper con los estereotipos, con los cánones clásicos de belleza, con las puñeteras tendencias que nos impone el fast fashion, revalorizar la ropa y las prendas en resumen: ser sostenible.

Slow fashion

Entonces empecé a leer sobre la moda sostenible o slow fashion. Me obsesioné, como siempre, y seguí investigando. Y me explotó la cabeza. Por fin tenía algo claro ¿Cómo no me había dado cuenta antes? ¿Cómo he podido ser cómplice de esta barbarie? ¿Qué c0ño tenía en la cabeza cuando publicaba en redes sociales outfits de multinacionales que ya no quiero nombrar?¿Qué narices pretendía fomentando con mis fotos el consumo hiperactivo y desmesurado de ropa fast fashion? Por fin tengo un mensaje que transmitir, una misión que cumplir: seamos conscientes de que hay que terminar con el modelo que nos ha impuesto la industria de la moda. En los años 80 la industria de la moda tenía cuatro temporadas: primavera, verano, otoño e invierno. Actualmente la fast fashion genera 52 temporadas anuales. Como lo oyes, este modelo de moda rápida produce microtendencias cada una o dos semanas. ¿Qué significa? que las multinacionales renuevan la ropa de las tiendas dos veces al mes para que sintamos que la ropa que compramos la semana pasada, ya está pasada de moda y necesitemos adquirir más. Consumismo masivo. Las industrias aumentan la producción, esclavizan a sus trabajadores, nos cargamos los recursos naturales y envenenamos el planeta con los residuos tóxicos

Es una locura, los mares están contaminados y el agua nos conecta globalmente. ¿No lo has pensado nunca? empieza hoy

Piensa sólo en estos tres datos:

-Tan solo alargando la vida de nuestras prendas de 1 a 2 años reduciremos en un 24% las emisiones de CO2

-Con el modelo actual, la industria de la moda será en 2050 la causante del 25% de las emisiones de CO2 del mundo

– Si (como está previsto) la población mundial asciende a 9600 millones de personas en el año 2050, harán falta los recursos naturales de tres planetas para continuar llevando el estilo de vida del mundo desarrollado actual.

Resumiendo:

  • La moda sostenible respeta los derechos de las personas.
  • La moda sostenible respeta el planeta.
  • La moda sostenible de tiendas vintage y de segunda mano te permite vestir de forma diferente y creativa, crear tu propio estilo y diferenciarte del resto el mundo.

Piensa en moda sostenible. Sólo piensa en ello y dime ¿qué puede salir mal?