Publico con retraso y sin muchas ganas. El turrón, las luces, las gambas y la felicidad me dan flojera. Este año, más que nunca, he odiado felicitar la Navidad y por eso he decidido delegar esta absurda obligación social en Lolo, Chui y Connor, mis hijos perros.
Pero en Nochevieja no fui capaz de escaparme y tuve que lanzar desde instagram un mensaje oficial de paz, concordia y próspero año nuevo. He aquí el brindis, con todo mi amor
Me abstengo de extenderme con detalles navideños mediocres así que supongo que no queda otra que dar las gracias por sobrevivir a otras Navidades felices. Feliz 2020 queridxs, que la fuerza del mazapán os acompañe todo el año.